PROYECTO CONTRA LA BAJANTE DE EPECUEN

EPECUEN SEQUIA PROBLEMAS

27 de febrero de 1963

EL CENTRO DE COMERCIO PRESENTA UN INTERESANTE PROYECTO PARA SOLUCIONAR LA BAJANTE DE EPECUEN.

Históricamente, hasta finales de los 70, el verano había sido siempre el momento discutir posibles proyectos para solucionar el gran problema de Epecuén: su bajo caudal que impedía la dilución de las costras de sales para impedir un agradable baño termal. Casi siempre se terminó elevando plegarias al cielo, aunque se intentaron algunas obras o acciones que fueron meros paliativos. En los treinta se canalizó el Aº Pigué y hasta se trajo a Baigorri Velar. Sin embargo las buenas lluvias de algunos años aquí y en las nacientes del Pigué hicieron “tirar” la situación para más adelante. Ni la Provincia ni la Nación se hacían eco. Así pasaron los 30, 40 y 50’s.

LOS AÑOS SESENTA

Desde el año 1958 el promedio de precipitaciones apenas si superaba los 600mm, generando para 1962 una de las sequías más fuertes hasta ese momento, afectando el incipiente desarrollo agrícola ganadero en que vivía el distrito y la región, por lo que la Sociedad Rural de A.Alsina enviaba nota al Banco Nación por acciones directas para atenuar la situación, la que marcaba que en algunas zonas las lluvias habían sido menores a 300mm1. Si bien los registros locales marcaron 518mm, la escasa precipitación desde finales de los 50’ perjudicaba notoriamente a la laguna.

Algunos años atrás, en 1960, se había efectuado un Simposio Internacional sobre Termalismo en Carhué2 en donde se habían efectuado interesantes ponencias sobre las propiedades de Epecuén, siendo éste presidido por el Dr. Manuel Castillo, (Pte del Ctro de Reumatología e Hidrología de Bs.As.) quién como asiduo visitante al lago, acerca en 1963 a la redacción de “El Pueblo” una copia del  Informe Nº120-63 titulado “Problema del reaprovisionamiento de agua para la conservación de la laguna de Epecuén”

EL INFORME

Comienza dicho documento: “Los estudios que en otras oportunidades, fueron realizados por [...] el Ing. Angel C.F.Binaghi Pagés, han sido todos anteproyectos y en resumen, solo han contemplado la posibilidad de conservar el agua de la misma cuenca, es decir del arroyo Pigué; y a los efectos que eso fuera factible y suficiente, se había programado reducir la laguna por medio de un pequeño dique de tierra.”3 Uno de esos anteproyectos ya había sido presentado por este ingeniero en 19524 a la comuna sin resultado alguno, lo mismo que en 1960 durante el nombrado simposio de termalismo.

El informe continúa exponiendo los dos proyectos en boga de entonces: alimentar Epecuén con agua de Del Monte (Guaminí) o el citado terraplén que dividiría el lago. Sobre el primero Binaghi Pagés comenta que en 1960 al presentar el proyecto del dique fue interpelado por legisladores (es de suponer concejales ) quienes le comentaron de la existencia del otro  proyecto. Por ello el informe continúa con las ventajas y desventajas de ambas intenciones. Los problemas básicamente de traer agua de Guaminí eran: “a) Si el nivel es favorable y suficiente. b) Problemas legales del uso del agua. Ver que dice Hidráulica [...], ver que opinan las fuerzas vivas y autoridades [...] de Guaminí. Pero la condición a) es definitiva. Probablemente a Guaminí le sobra agua; pero lo que van a preguntar, es cuanta agua se van a llevar.

El grave inconveniente de este plan, siempre que a) y b) resulten favorables, es el costo de un canalcillo, por lo menos de dos a tres metros de ancho, [...] que en realidad siguiendo las líneas de nivel necesarias [...] puede alargarse fácilmente a 35 o 40 Km. Es una obra que nos parece cara, más si se tiene en cuenta las obras de decantación previas, para evitar que el agua a traer arrastre (inevitablemente) barro y limo de todo su recorrido, con lo que peligraría el sedimentarse tierra en el lecho actual de sal. [...] De suceder ese aporte de limo y loess pampeano, podemos asegurar que se ‘rompe el régimen hidráulico’ de la laguna, y eso es perderla, si se tapa con barro.”5 

Bajo el subtítulo de Soluciones Rápidas Y Económicas se explaya sobre el proyecto de dique de tierra: “ Que solo dependan de las posibilidades económicas locales ya municipales ya de las fuerzas vivas de la zona. [...] que también se trata de una obra inmediata, que de realizarse durante el invierno, ya puede dar sus frutos en el inmediato verano de 1963-64. El muro de tierra que hemos proyectado, no altera el régimen legal del agua, no el régimen natural...”. Continua diciendo: “ Solo son no más de 5 a 6 km. de longitud desde pocos centenares de metros más allá de las Termas Oficiales, (Hidrotermal provincial de Epecuén. n. a.) hasta las proximidades de la Est. Vatteone. Al reducirse la laguna unas cinco veces su superficie actual, la evaporación del agua queda digamos reducida en igual proporción, y entonces lo poco que resta del aporte del Pigué puede ser suficiente para su mantenimiento. Más aún, una superficie de laguna de solo 15 km2, su evaporación puede ser mantenida perfectamente con perforaciones y utilizar napa de agua salada...”6

Las ventajas de este proyecto eran básicamente que no se alteraba el régimen hidráulico y se resolvían el problema de la extracción de sal, pues al limitar la laguna, las empresas explotadoras de sal ubicadas en la zona oeste, al no tener agua para su lavado y purificación deberían dejar la explotación, gran problema este que se agudizaría más de una década después con el arribo de la empresa extractora de sulfato PRONAR S.A. Por otro lado no habría dificultades legales con otros municipios, ni por derechos de aguas con la provincia. Pero esto solo era un anteproyecto y había que efectuar los estudios técnicos, de costos y logística. 

SABIA OPINIÓN DEL INGENIERO

En carta personal enviada a la redacción de “El Pueblo” Binaghi Pagés  argumentaba el peligro de traer agua que tape la laguna de cieno, y lo costoso del proyecto, preguntándose quién la financiaría. Textualmente decía: “Creo que deben arreglarse solos. La Provincia es ‘pobre’ y habrá (honestamente) un período de mala situación económica y política en el futuro; [...] Van a pasar muchos años antes que el gobierno les ayude con dinero, con agua ajena, etc. etc. Deben arreglarse solos; deben ser todo uno, las sociedades de Epecuén y Carhué, porque son todos hermanos de una misma madre, la laguna. [...] Deben dejar de un lado las desavenencias locales, y luchar por lo mismo. [...] tratar de hacer un estudio con números y medidas, para saber cuanto cuesta el viejo proyecto, de arreglarse solos, cortando la laguna con un sencillo muro de tierra. No se trata de tanto dinero, sino como qué, los buenos vecinos que tiene tractores, palas de buey y topadoras, camiones; se dispongan a trabajar un día a la semana por la laguna. [...] En fin deben formarse cuadrillas de trabajadores. La conservación de la laguna está, aunque Ud. no le parezca y yo exagere, por encima de todas las cosas, porque si se acaba eso...”7 concluía Binaghi Pagés, casi en forma premonitoria a lo que sucedería veinte años después, pero paradójicamente por exceso de agua. 

LAS NECESIDADES DE EPECUEN EN 1964

Producto de la sequía de 1962 se perdía la casi totalidad de la cosecha, los campos se despoblaban de haciendas8 y el lago reducía drásticamente su superficie, afectando los intereses turísticos del pueblo, único paliativo en épocas de crisis agroganaderas.  Ante esto el Centro de Comercio Industria Y Productores (CCIPPAA) a fines de febrero de 1963, solicita la presencia del Director de Promoción del Turismo de la Pcia de Bs.As., la que envía al Ingeniero Juan Kardulis, quien inspecciona personalmente la zona de Epecuén, mientras que se le entrega un memorandum rubricado por Luis Fasolo (Pte CCIPPAA) y el Comisionado Dr. Julio C. Senepart.9, sobre la realidad de Epecuén. El mismo establecía una planificación de obras imprescindibles en el Lago Epecuén bajo la premisa de la importancia que alcanzaría el turismo en el país y la inestabilidad de las aguas que “...conspira contra el desarrollo de la empresa privada, para dotar de mayores  comodidades al turista y ponen en peligro las inversiones realizadas, como así también la fuente de trabajo e ingresos que esta representa para toda la zona.”

El documento solicitaba se gestionaran estudios de las obras más necesarias y que las mismas sean incluidas en los futuras obras públicas de la provincia. De esta manera las obras pedidas que, muestran al Epecuén cotidiano y su realidad, eran las siguientes: “ a) Nivel de Agua: División de la Laguna por medio de un camino que partiendo de Minas Epecuén, llegue a la orilla opuesta hasta las proximidades del establecimiento de la firma Labourt (aprox. 5 km.). La defensa de los taludes pueden hacerse con tosca de la zona. Debe considerarse la construcción de Vertederos para mantener un caudal fijo de agua, o bien Compuertas que puedan regularse. Pueden estudiarse otras soluciones como ser el Dragado de Playa y Profundización del Lecho. Alimentación por Canales de otros afluentes. Limpieza y Regulación del Aº Pigué. b) Termas Provinciales: este establecimiento con funcionamiento irregular ha dejado en la práctica de prestar servicio, debe estructurarse íntegramente o bien que pase su explotación a empresas privadas [...]. c) Vialidad Provincial: Pavimentación y construcción de una Avenida de Circunvalación a la Orilla del Lago. Pavimentar el acceso a la Estación del FFCC Sarmiento... . Pavimentar el camino a construir que dividiría el lago. Pavimentar un acceso a la Ruta Nº 85 en construcción a la Estación Saturno (32 km.) d) Obras de Urbanización: Construcción de dos piletas de Natación, una con agua salada y otra dulce [...]. Locales complementarios, sala de primeros auxilios, etc. Estación Terminal de Ómnibus. e) Obras Sanitarias: Cloacas y Aguas corrientes: el nivel alto de la napa freática origina un problema con los pozo ciegos y una constante contaminación del agua de consumo. f) Pavimentación Urbana: En los núcleos más poblados, con obligación de construcción de veredas.

Este petitorio fue contestado y remitido a cada una de las áreas a quien correspondía por las autoridades un 27 de febrero de 196410. Petitorio que desborda de esperanzas, de ganas de crecer y llegar a ser el centro turístico termal del país. Esta era la realidad de la villa por aquellos años, muchas ansias pero pocas obras. Algunas de estas obras o mociones llegarían, aunque bastante tiempo más tarde. Sin embargo una obra no solicitada en este petitorio fue su sentencia. ¿Con ese terraplén se hubiera necesitado de las obras hidráulicas que vendrían diez años después?. Quien sabe.      

GASTON PARTARRIEU

PUBLICADO EN SEMANARIO NUEVA ERA Nº935 DE FEBRERO DE 2007

1 Semanario “El Pueblo” Nº 1539 de enero de 1963.

2 Semanario “El Pueblo” Nº 1432-33-34 de 1960

3 Semanario “El Pueblo” Nº 1543 de 1963

4 Semanario “El Pueblo” Nº 1543 de 1963 carta del ing.

5 Semanario “El Pueblo” Nº 1543 de 1963

6 Semanario “El Pueblo” Nº 1543 de 1963

7 Semanario “El Pueblo” Nº 1543 de 1963

8 Semanario “El Pueblo” Nº 1596 de 1964

9 Semanario “El Pueblo” Nº 1596 de 1964

10 Semanario “El Pueblo” Nº 1596 de 1964

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