RODOLFO "PICHÓN" GÓMEZ FERNÁNDEZ
Sus Obras, Sus Viajes
En Carhué alcanza con decir “pichón” para que venga a la memoria el recuerdo de una persona entrañable, a la que aún hoy aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla, tratarla, o simplemente saludarla al pasar, la recuerdan con nostalgia.
Rodolfo Gómez Fernández es sin duda el artista más talentoso que dio esta tierra.
Trataremos entonces de efectuar un recorrido por sus obras y por sus viajes, que le permitieron crecer, sea artísticamente, sea humanamente.
DESDE CARHUE AL PAIS
En Carhué residió hasta 1953 en donde desarrolló diferentes actividades, pero fundamentalmente se dedicó a la enseñanza en el Colegio Nacional, fundado en 1947.
En sus constantes regresos a su patria chica, utilizando la técnica del aerógrafo y en ocasión de la fundación del Museo “Dr. Adolfo Alsina” (1963) realiza los Murales ‘Galera La Constante’, ‘ Soldado Fortinero’ y “Fuerte Gral. Belgrano”. También ese año pinta hermosos murales en la agencia Chervrolet (Colón y Sarmiento) y Concesionaria John Deere (Rivadavia e Yrigoyen). De estos trabajos comerciales sólo se conservan los primeros, dado que los otros se deterioraron producto del abandono del lugar.
Desde 1963 en Bahía Blanca como sostén pinta marquesinas gigantes en los cines. En el verano de 1964 viaja a Brasil invitado por varios Centros Tradicionalistas Gauchos de Vacaria, Estado de Río Grande Do Sul, representando a la Peña nativista del Club Independiente de Coronel Dorrego, en donde había residido hasta 1963. El objetivo era pintar varios cuadros destinados al “Rodeio” que se llevó a cabo en esa población. Debido a su técnica y calidad fue contratado por ese municipio para pintar murales destinados a su sede, haciendo lo propio en residencias particulares y estancias. Sus dotes de aficionado a la producción cinematográfica hicieron que también registre con su cámara la importante fiesta. Tal fue su acogida que volvió a repetir el viaje una semana después de su regreso en donde varias firmas comerciales esperaban ansiosos al artista carhuense. En esos años también realizó una producción fílmica basada en la fundación de Carhué, junto al Museo y su director, Rubén Báez Eugui, que lo unía una estrecha amistad.
LA FIBRA DE VIDRIO
El uso de la fibra de vidrio, y su técnica, surgió ante la necesidad de encontrar un material que permitiera esculpir un encargo, que fue una especie de desafío impuesto por las autoridades de San Martín de los Andes, cuando ante la duda del motivo de una obra escultórica en su acceso, si una Fuente u otra cosa, Gómez sugirió algo autóctono, como los ciervos. Pero pronto descubrió que el cemento no serviría dado que producto del peso las finas patas del animal no soportarían el peso de la estructura. Entonces en 1970 se interesó por las técnicas de las lanchas de fibra y viajó al Tigre en donde aprendió y se perfeccionó durante tres meses, conviviendo con aquellos artesanales astilleros que construían las embarcaciones. También hizo contacto con la Cámara del Plástico. Así en 1971 surgen Los Ciervos, su primer obra con esta técnica y que según una encuesta, fueron por mucho tiempo el lugar predilecto de los turistas a la hora de fotografiarse.
Es así que debe considerárselo como el pionero en la utilización de esta técnica, la que había generado en un primer momento descreimiento en los técnicos que lo asesoraron. Las ventajas eran sin duda el costo y la relación peso-estructura, ya que un caballo y jinete, caso Monumento a Levalle, puede rondar los 150 kilogramos, mientras que en bronce, mármol o cemento, varias toneladas.
Conocida su técnica y estilo, inmediatamente lo convocan las autoridades de Zapala para realizar un monumento a los fundadores, naciendo así ese hermoso grupo escultórico.
PICHÓN A EUROPA
En 1975 viaja a España, precisamente a la zona de Asturias, a probar fortuna con un claro objetivo, perfeccionarse en su técnica pictórica. En un principio la fortuna fue terriblemente adversa: hasta tuvo que cosechar papas en León. Pero cuando ya había decidido volver a Argentina, por los problemas de huelgas, movilizaciones que se sucedían en dicha zona, comenzaron a llegar los pedidos de retratos, en tal forma que, ni la gripe que sufría impidió que dejase de trabajar para satisfacer la demanda. “España me obligó a retomar el pincel. A los españoles les gusta ver la huella de la pincelada. Si no ven esa marca creen que no es un óleo” declaró ente un corresponsal de la Nueva Provincia en Madrid el 1º de junio de 1976. Realizó más de 70 retratos hasta agosto cuando regreso a Argentina.
Durante este viaje también intentó divulgar sus conocimientos en la aplicación de la fibra de vidrio a la estatuaria. Así una revista de Gijón, “Edificio 3003” publicó un artículo suyo que se tituló “Fibra de vidrio aplicada a la estatuaria monumental”. Esta nota venía con datos biográficos, técnicos y fotos de sus obras. Fue España una etapa que le sirvió para calibrar su dimensión y para enriquecer su técnica y fundamentalmente, su espíritu.
MIRANDO HACIA EL SUR
Afincado nuevamente en Bahía Blanca, surge en Carhué la idea de realizar un monumento homenaje al fundador Tte. Crnl. Levalle, justamente transitando los 100 años de su pueblo. Que mejor que uno de sus hijos más destacados fuera el autor. La inauguración estaba prevista para el 21 de enero de 1977 pero se retrasa y se debe postergar para abril de 1978. Cuentan que Pichón tuvo en su patio contiguo al taller, un caballo cedido por el ejército por más de tres meses, racionándolo diariamente para que sirviera de modelo. Y el resultado está a la vista. No hace mucho intenté por todos los medios convencer a un amable abuelo turista que vino con la idea de que la figura ecuestre de Levalle contenía un equino embalsamado. Por allí andará este tozudo abuelo jurando que en Carhué existe un escultor que tuvo la genial idea de “forrar” un caballo con fibra de vidrio. Tal es la perfección que alcanzó Rodolfo Gómez en su técnica.
Entrados los 80’ en Puerto Madryn ejecutó para la Sociedad Española una hermosa obra del Quijote y Sancho que se yergue en una de las principales avenidas de la bella ciudad sureña.
Justamente en 1981 es designado por la municipalidad de Bahía Blanca para realizar la obra escultórica de la imagen de Nuestra Señora de la Merced, que se emplazó en la Avenida Fortaleza Protectora Argentina, frente al denominado Mirador de la Merced. Fue entronizada el 23 de septiembre de 1981, día de la Patrona de Bahía Blanca.
En esos años también efectúa el conjunto ‘Pioneros’ de Rivera, distrito de Adolfo Alsina, Bs.As.
PATRIMONIO DE CADA PUEBLO
A Gómez debe reconocérsele un importantísimo aporte histórico y cultural ya que casi toda su obra estatuaria tuvo un criterio hoy muy valorado. Su obra siempre la realizó basándose en la investigación histórica, en la observación y manteniendo una gran integración con el medio. Ello se puede observar en Zapala, Rivera, San Martín de los Andes y Carhué. En Zapala, por ejemplo, mantuvo largas charlas con uno de los primeros pobladores que llegaron en carreta y que ya contaba con más de cien años. En Rivera, por ejemplo, resalta la alegoría del paisano que viene a recibir, y ayudar, a los primeros colonos de Alemanes del Volga, vestidos con sus ropajes típicos, sus bagajes, baúles y su ‘chata rusa’, que fuera desmantelada íntegramente y forrada con fibra. Aquí deja los policromados por el imponente blanco que realza la obra. En el monumento a Levalle, luego de una profunda investigación en Luján lo esculpió mediante fotografías de aquellos años, dado que, según sus propias palabras, en el famoso cuadro de Blanes, Levalle había sido retratado en su vejez. Los rostros del herrero, la maestra, el soldado y el indio fueron tomados de fotografías e utilizando modelos ajustados a su idea y criterio. Si nos detenemos a observar estas figuras de dos metros, vemos el realismo impreso en los rostros por Gómez en los que sobresale el tipo criollo o mestizo.
Su obra debe vérsela también como un rescate de nuestro pasado, empleando veracidad y realismo.
Pichón fallece en abril de 1986 a la temprana edad de 65 años producto de una enfermedad que, muchos dicen, fue contraída por el constante contacto con emanaciones toxicas de la fibra de vidrio y las resinas de poliéster. El diario La Nueva Provincia en su necrológica decía: “Humilde, capaz de trabajar empeñosamente ... . “Artista-artesano, inquieto y generoso... .” “Bohemio, sencillo y elocuente...” “Gómez Fernández se multiplicó en numerosas oportunidades, quizá en muchas de ellas no recibió el premio a sus desvelos, ni se conocieron las ingeniosas ideas que puso en práctica para llevar a cabo su obra.” Y vaya si es cierto.
Sus obras acarrean gran notoriedad para cada visitante o poblador de esos lugares, pero pocos saben o casi nadie, quien fue su autor y el empeño puesto de manifiesto para llegar a ese producto. Todas sus obras estatuarias son símbolos de cada población y marcan hitos históricos y patrimoniales, identificando raíces, historias, pasado, todo con una proyección de futuro increíble. Sus monumentos forman parta de la historia y el patrimonio de esos lugares.
La Escuela Municipal de Cerámica de Carhué, bautizada con su nombre, así como el hecho de que sus restos junto a los de su esposa descansen al pie del monumento a Levalle desde 2003, son solo un mínimo homenaje que le hemos brindado. ¡Y pensar que muchos chicos no saben quién fue! Esa es una gran culpa de nuestra generación.
Pichón, sin embargo, seguirá viviendo en sus obras y en el recuerdo de quienes tuvieron el gran privilegio de conocerlo. ¡Que lindo sería que cada obra suya tenga una pequeña plaqueta que diga su nombre y que es de estos pagos!
GASTON PARTARRIEU
PUBLICADO EN REVISTA MUSEOS DEL DESIERTO Nº 4. 2007